En este año, con motivo del 250 aniversario del gran músico Ludwig van Beethoven (1770-1827), estaban previstas múltiples celebraciones en todo el mundo: conciertos, exposiciones, lanzamientos de discos con interpretaciones renovadas, etc., pero todo ha tenido que pararse, o mejor dicho aplazarse, por el momento tan complicado por el que estamos atravesando ahora.
Pero su obra músical sigue estando al alcance de todos.
Es uno de los más grandes genios de todos los tiempos. Su música representa el nexo entre el Clasicismo, que clausura después de llevarlo a la cima, y el Romanticismo, cuyas puertas abre.
Su obra domina como una sombra casi toda la producción instrumental del siglo XIX.
A diferencia de Haydn y Mozart, Beethoven no fue un siervo más que trabajaba a las órdenes de un aristócrata.
Para él los ideales y la independencia estaban por encima de todo. Consecuencia de esta actitud y uno de sus mayores logros, fue la transformación de la función social de la música liberándola del indigno papel de criado del mundo cortesano.
Para él los ideales y la independencia estaban por encima de todo. Consecuencia de esta actitud y uno de sus mayores logros, fue la transformación de la función social de la música liberándola del indigno papel de criado del mundo cortesano.
Beethoven va a ser el continuador de la evolución orquestal iniciada por sus predecesores Haydn y Mozart.
Si tuviéramos que resumir en una palabra las contribuciones de Beethoven, sería “expansión”: abrió todas las dimensiones de la música.
Explotó extremos de alturas, tanto agudos como graves, y extremos de matices, tanto fuertes como suaves. En la dinámica orquestal, los fortissimo y los pianissimo, aumentarán su ímpetu y suavidad, así como su contraste.
7ª Sinfonía. I movimiento (extractos)
Explotó extremos de alturas, tanto agudos como graves, y extremos de matices, tanto fuertes como suaves. En la dinámica orquestal, los fortissimo y los pianissimo, aumentarán su ímpetu y suavidad, así como su contraste.
7ª Sinfonía. I movimiento (extractos)
Sus composiciones son más extensas, sus ritmos más potentes y más complejos, y su paleta de color orquestal es más variada que la de cualquier compositor del siglo XVIII.
Beethoven alcanzó los límites de las posibilidades instrumentales; su arrolladora necesidad de expresión conlleva una fuerza que rebasa los cánones establecidos y da paso a una nueva exigencia instrumental que pone a prueba las verdaderas capacidades del intérprete.
Beethoven alcanzó los límites de las posibilidades instrumentales; su arrolladora necesidad de expresión conlleva una fuerza que rebasa los cánones establecidos y da paso a una nueva exigencia instrumental que pone a prueba las verdaderas capacidades del intérprete.
Aunque su plantilla instrumental es bastante similar a la utilizada por Mozart en su última época, (aun cuando añadió trombones, flautín o contrafagot en alguna de sus sinfonías), su tratamiento de la orquesta, es más enérgico e impetuoso, dará también a los instrumentos solistas del grupo de la madera (flauta, oboe, clarinete o fagot) un valor expresivo todavía inédito.
Las cuerdas adquirirán una mayor fuerza dramática, oponiendo a este grupo el de la madera y el del metal hasta alcanzar una intensidad de colorido y una acentuación rítmica completamente originales.
Las cuerdas adquirirán una mayor fuerza dramática, oponiendo a este grupo el de la madera y el del metal hasta alcanzar una intensidad de colorido y una acentuación rítmica completamente originales.
7ª Sinfonía. 4º movimiento. (minutos finales)
El piano ocupara un lugar considerable, y completamente central, en la creación instrumental de Beethoven., que fue un excelente pianista e improvisador, su estilo y música influirá decisivamente en toda la producción posterior del siglo XIX.
Fue un gran pianista, gran creador de música sinfónica que rompió los moldes de la música clásica y que buscó en su obra y en su vida, la libertad de expresión en la que se inspiraron no sólo los músicos posteriores sino también los literatos y todos los artistas en general.
Sonata "Pathetique" Op. 13, I movimiento.
Con Beethoven la música se convierte en una efusión del mundo interior del artista. Nadie antes de él, había expresado tan conmovedoramente los profundos sentimientos y emociones, alegrías y penas del alma humana. Por tanto la pasión, la dinámica, el contraste y los cambios impulsivos y emocionales dominan toda su obra.
Su música se convirtió en una poderosa fuente de expresión, y el desarrollo y explotación de esta función de la música es tal vez uno de los mayores legados de Beethoven.
9ª Sinfonía, 4º movimiento.
Séptima y Octava nacerían pisándose los talones, en apenas año y medio, del otoño de 1811 a la primavera de 1813. Luego pasaría más de una década hasta que, en 1824, quedara concluida y se estrenara en Viena, al igual que las anteriores, la más famosa de todas ellas, la Novena, pionera en la introducción de voces humanas Ccoro y solistas),en el último movimiento y la que corona todo el edificio sinfónico beethoveniano.
Partitura del 2º movimiento "Allegretto", de la Septima Sinfonía.
Aquí están las partituras de nuestra versión
Para practicar. Aquí tenéis los mp3 de cada instrumento.
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