jueves, 31 de marzo de 2011

Mas vale trocar: Juan del Encina


Juan del Encina nació en Salamanca hacia 1469, poeta y dramaturgo, fue el compositor más destacado del reinado de los Reyes Católicos. Su apellido original era Fermoselle, que más adelante cambió por el de Encina o Enzina por razones que nos son desconocidas.

Estudió en la Universidad salmantina, teniendo como maestro, entre otros, a Nebrija. Se graduó de bachiller en Leyes y recibió órdenes hasta el diaconado.

La mayoría de sus obras fueron escritas en su juventud antes de los 30 años, mientras estuvo al servicio del Duque de Alba ,destacando entre su producción su Cancionero (1496), en el que se recogen poemas, villancicos, canciones y romances entre otros. 


Su carrera le puso en contacto con la corte real y le llevó hasta Roma donde conquistó la estima de los papas Alejandro VI, Julio II, quienes le beneficiaron con varios cargos eclesiásticos, aún sin haber recibido órdenes, y del papa León X,  en cuya capilla formó parte como cantor. 

En 1519, teniendo ya cincuenta años, decidió ordenarse sacerdote y tras celebrar su primera misa en Jerusalén regresó a España para desempeñar un cargo en la catedral de León, ciudad donde murió hacia 1529.
La mayoría de sus obras se encuentran en el Cancionero Musical de Palacio, editado originalmente por Barbieri (Madrid,1890). 

La producción de del Encina representa el contrapunto popular al arte de los grandes polifonistas religiosos contemporáneos y es de principal importancia para la historia de la música profana y del teatro musical español.

Aparte de su amplia producción literaria, poesía y teatro, se conservan, con atribución segura , sesenta y una pieza musicales, muchas de ellas destinadas a ser interpretadas en sus obras teatrales.


Fue en la canción cortesana, los romances y los villancicos de inspiración popular en donde del Encina alcanzó su mejor lirismo, concertando lo erudito con lo popular como ninguno de sus contemporáneos.

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El villancico en el Renacimiento, no era una canción navideña; su nombre deriva de villano (habitante de la villa),  y fue en su origen un canto rústico de villanos o aldeanos en sus fiestas. 

Como forma musical renacentista consta de un estribillo que se repite entre las diferentes coplas, las cuales se componen de dos partes: una con música nueva que se llama “mudanza” y otra con la misma música que el estribillo, que recibe el nombre de “vuelta”.

La mayoría de los villancicos polifónicos de los siglos XV y XVI se hallan en los “cancioneros”, colecciones de música profana.

Puedes practicarla en esta actividad realizada por Anabel Bovio, profesora de Música en el IES "Río Gállego" de Zaragoza.

En el siguiente vídeo puedes escuchar fragmentos de obras vocales de diferentes compositores del Renacimiento en la interpretación del quinteto vocal "L'una e cinque"



Aquí tenéis las partituras y el archivo midi.

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